“Comemos primero con los ojos” no es solo una frase poética: es un hecho científico que puede cambiar tu relación con la comida. Los colores de los alimentos no son solo estética: revelan su riqueza nutricional e influyen en cómo tu cuerpo procesa y aprovecha los nutrientes.
Investigadores de la Universidad de Cornell descubrieron que las personas que comen en platos que contrastan con el color de la comida tienden a servirse porciones más equilibradas y terminan más satisfechas. Un simple detalle visual puede marcar la diferencia en tu nutrición diaria.
Además, cada color en tu plato refleja antioxidantes y fitonutrientes distintos, cada uno con beneficios únicos:
Verdes (espinaca, brócoli): aportan clorofila y folato, claves para la función celular y la salud cardiovascular.
Rojos (tomates, sandías): contienen licopeno, que protege el corazón y puede reducir el riesgo de ciertos tipos de cáncer.
Naranjas y amarillos (zanahorias, calabazas): ricos en beta-caroteno, esencial para la salud ocular.
Insight VivesBien
«Cada color en tu plato es una promesa de salud. Comer el arcoíris es nutrir el cuerpo y celebrar la abundancia vibrante de la naturaleza.»
Beneficios de comer por colores
- Experiencia sensorial más plena.
- Mejor control de porciones.
- Mayor saciedad y satisfacción.
- Diversidad de antioxidantes y nutrientes.
- Prevención de deficiencias nutricionales.
Fuentes
Wansink B. Mindless Eating: Why We Eat More Than We Think. Bantam, 2007.
Liu RH. Health-promoting components of fruits and vegetables in the diet. Advances in Nutrition, 2013.
- El impacto de los colores en la percepción y nutrición de los alimentos: Los colores de los alimentos influyen en cómo los vemos y en nuestra satisfacción, además de revelar su perfil nutricional y los beneficios para nuestro cuerpo.